Una Mirada Íntima a la Sexualidad en la Playa y Vacaciones (Con Fotografías)

Relato erótico y libertino
Mi llamada del botín en la playa

¿Ha oído hablar de las playas naturistas y libertinas? Pues yo conozco una muy bonita en la isla de Oléron, la playa de Boyard Ville, después del Fuerte de los Saumonards. Fui el verano pasado y me lo pasé muy bien. No sólo pude ver tías desnudas y parejas, sino que también pude ver cosas como voyeur, cosas que eran demasiado buenas para mirarlas, como parejas follando en las dunas o entre la maleza, exhibiciones de tías tomando el sol con las piernas muy abiertas e incluso había una tía con su marido, las piernas muy abiertas y su novio tocándole el coño.

Pero el mejor recuerdo fue cuando me tiré a una chica de unos 30 años, que estaba sola en su toalla y medio escondida en el bosque, justo al sol, detrás de unas arboledas. Estaba tomando el sol y leyendo. Estaba tumbada boca arriba, con las piernas flexionadas, ligeramente separadas, apenas pude ver por el caminito que no llevaba bañador pero no más y estaba bien de tetas. Me escabullí entre la maleza y me acerqué a ella, preguntándole qué estaba leyendo.

Me contestó que era una novela erótica y que le gustaba y la excitaba un poco, pero que al mismo tiempo se sentía frustrada porque estaba sola y le hubiera gustado poner en práctica lo que podía leer en el libro. Todavía me sorprendió un poco su respuesta, pero al fin y al cabo, sé que las chicas traviesas existen y debo haber sido el único que se fijó en ella entre todos los mirones que paseaban con la polla en la mano por las dunas y el bosque.

Me dejó sentarme a su lado y no charlamos mucho mientras me daba su bote de crema solar y me pedía que le untara un poco en la espalda y los hombros porque no quería quemarse con el sol. Cuando se levantó para darse la vuelta, pude ver sus grandes tetas con grandes pezones. Eran bastante grandes, lo había adivinado cuando estaba tumbada, pero no pensé que sus tetas fueran tan pesadas.

Le unté un poco de crema en los hombros, luego en la espalda, luego en la parte baja de la espalda, en el hueco de los lomos, y después me dijo: «Sí, no dudes tampoco en ponerme un poco en las nalgas, porque aunque me gustan rojas, ¡lo prefiero cuando es a causa de una azotaina que por el sol! » Por un momento pensé que estaba en un sueño o que estaba en medio de una insolación, pero no, ¡todo lo que estaba viviendo era muy real! Mis manos acariciaron entonces su culo, un culo grande con un poco de celulitis, pero un culo bueno y ancho que me hizo sentir un poco de envidia. Abrió un poco más las piernas, las nalgas al mismo tiempo, y pude ver su ano y su coño liso y carnoso en primer plano delante de mí. Aproveché para meterle la mano mientras seguía poniéndole crema solar, ella me dejó hacer la perra e incluso arqueó el culo para que pudiera acariciarle el coño y el clítoris con más facilidad.

De repente se dio la vuelta, se sentó y pensé que había hecho algo que no le iba a gustar, pero no, todo lo contrario, me pidió que le diera mi polla para poder pajearla: «Déjame ver tu polla para cuidarla un poco». Me levanté, aún no la tenía muy dura, mi polla estaba medio flácida, estaba un poco cabreado porque no mostraba una gran excitación pero en realidad la muy guarra me estaba intimidando. Ella me la cogió con su mano derecha y empezó a masturbarme para hacerla más grande pero fue finalmente en su boca donde realmente conseguí una buena erección. Tengo que deciros que ella también chupaba muy bien. Jugaba con su lengua en mi glande, apretando con fuerza la parte inferior de mi polla para que se hinchara y mi glande sobresaliera y luego dándole golpecitos con su lengua.

En un momento dado me giré y vi que dos tíos nos miraban fijamente. Ella debió de verlos porque miraba de vez en cuando detrás de mí y no le importó en absoluto, al contrario, debió de excitarla aún más porque siguió comiéndome la polla e incluso me hizo tres gargantas profundas ella sola sin que yo le sujetara la cabeza. Me excitó muchísimo y notaba cómo se iba acumulando dentro de mí. Me iba a correr enseguida, pero no sabía cómo decírselo. Luego pensé que tal vez quería que se la chupara, pero no llevaba condón, y finalmente, por la forma en que me bombeaba, pensé que sólo quería hacerme una mamada y ya está.

Entonces empezó a acelerar el movimiento con la mano y con la boca, estaba demasiado buena, una boca muy caliente, con mucha saliva dentro y debió sentir que me iba a correr porque se sacó mi polla de la boca y abrió mucho la boca, siguió masturbándome y me dijo «venga échamela en toda la cara». Llevaba 4 días sin eyacular, me vacié en su lengua, en su garganta, en su frente y mejillas, estaba por todas partes y ella sonreía, se lo agradecí con una sonrisa. Ella se limpió la cara mientras tragaba lo que se había metido en la boca, luego me miró y gritó: «¿Quién es el siguiente?» Yo retrocedí un poco, con las pelotas vacías, y jugué al voyeur. Ella se folló a tres tíos seguidos después de mí, que acababa de tener mi primera cita sexual en una playa nudista y libertina. ¡Qué placer!